El funcionamiento de una mufla se basa en un diseño que permite calentar una cámara cerrada de manera uniforme a altas temperaturas mediante resistencias eléctricas. Estas resistencias generan calor que se distribuye homogéneamente dentro de la cámara. La mufla está fabricada con material aislante de fibra cerámica de alúmina y alambre para hornos eléctricos de alta calidad, lo que garantiza soluciones eficientes y confiables para el tratamiento térmico a alta temperatura. Este equipo es utilizado en empresas industriales y mineras, universidades e institutos de investigación para el temple, recocido y revenido de pequeñas piezas de acero. También se emplea como pretratamiento para sinterización, análisis de incineración, y otros procesos similares de metales, herramientas de piedra y cerámica.