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Microcentrífuga con diseño compacto y funcionamiento silencioso, se adapta perfectamente a su entorno de trabajo, cuenta con:
Indicador de temperatura en °C o °F
Una microcentrífuga es un equipo de laboratorio diseñado para centrifugar pequeñas cantidades de muestras líquidas a alta velocidad. Al igual que una centrífuga estándar, funciona mediante la aplicación de fuerza centrífuga, que hace que los componentes más densos de una muestra se separen de los menos densos. Sin embargo, su capacidad se adapta a volúmenes más reducidos, desde microlitros hasta varios mililitros, lo que la hace ideal para aplicaciones en las que se requiere una separación rápida y precisa de muestras pequeñas. Las microcentrífugas son esenciales en campos como la biología molecular, la investigación biomédica y la industria clínica, donde se utilizan para procesar muestras en aplicaciones que van desde la purificación de biomoléculas hasta la preparación de muestras para análisis médicos, lo que contribuye al avance científico y al diagnóstico preciso.
Las microcentrífugas son herramientas versátiles y esenciales en muchos laboratorios, ya que permiten la separación y el procesamiento eficiente de pequeñas cantidades de muestras para una variedad de aplicaciones científicas y médicas.
El funcionamiento de una microcentrífuga es similar al de una centrífuga estándar, pero está diseñada para manipular volúmenes de muestra más pequeños. Aquí se explica cómo funciona:
La principal diferencia radica en la capacidad y el tamaño de las muestras que pueden procesar. Las microcentrífugas están diseñadas para volúmenes de muestras más pequeños, como microlitros, mientras que las centrífugas estándar manejan volúmenes más grandes.
La velocidad máxima varía según el modelo, pero las microcentrífugas pueden alcanzar velocidades de centrifugación muy altas, a menudo expresadas en miles o incluso decenas de miles de revoluciones por minuto (rpm).
La elección de la velocidad y el tiempo depende de la muestra y de la aplicación. Las recomendaciones suelen estar disponibles en el manual del usuario o en las directrices de protocolos específicos. Comienza con velocidades y tiempos más bajos y ajusta según sea necesario.
Las muestras se deben cargar en tubos o microtubos adecuados que estén bien equilibrados y correctamente sellados para evitar fugas. Sigue las recomendaciones del fabricante sobre el uso de tubos compatibles.
La mayoría de las microcentrífugas modernas tienen sistemas de seguridad que evitan la apertura inmediata de la tapa después de la centrifugación. Espera a que la microcentrífuga se detenga por completo antes de intentar abrir la tapa.
Las microcentrífugas se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, como la purificación de ácidos nucleicos, la separación de proteínas, la centrifugación de suspensiones celulares y la preparación de muestras para técnicas de biología molecular. También son esenciales en laboratorios clínicos para la separación de sueros y plasma.
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